(...) yo veo en esas políticas de Lucho - Guantanamera o el Partido de la calle- una gran ambigüedad, porque un partido de la calle significa con todos los ciudadanos, y eso suena muy bien, pero resulta que uno habla en la calle con ciudadanos que son fuertemente uribistas, fuertemente antiuribistas y con opiniones contradictorias no se puede construir un partido.
Entrevista de Carlos Gaviria al portal Terra Colombia de internet.
Polo Democrático Alternativo Jueves 13 de diciembre de 2007
En entrevista exclusiva con Terra Colombia, el presidente del Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria, habló sobre las recientes declaraciones del alcalde de Bogotá y miembro de ese partido, Lucho Garzón, el mapa político del partido y su visión ante el Acuerdo humanitario.
¿Qué opinión le merecen las recientes declaraciones del alcalde Garzón?
Yo pienso que Lucho Garzón se encuentra en un dilema: No sabe si jugar dentro del Polo o por fuera de él, él está tanteando la situación para ver que es lo más conveniente, si jugar con un movimiento que pueda nutrirse de vertientes de los viejos partidos o de sectores no comprometidos políticamente.
La posición de Lucho, yo la calificaría de ambigua, bastante ambigua.
Él incluso en las últimas declaraciones que ha dado, lo que muestra no es un proyecto político sino un propósito de acceder al poder y acceder al poder apoyado por muchos sectores e incluso muchas personas.
Si en lugar de presentar un proyecto, dice que sería bueno hacer un movimiento donde esté doña Lina, María Emma, pero donde este también Luis Alberto Moreno, entonces se ve que piensa mucho más en el apoyo de personas influyentes. Y yo me pregunto, que lo puedan apoyar para qué.
Porque me parece que si hay una propuesta política definida, la única que puede ser portadora de una propuesta de esa naturaleza es una organización sólida, concretamente un partido. Por eso yo, que no he sido miembro de un partido, ahora le juego a la construcción de uno, porque en las sociedades modernas y en la sociedad actual solamente un partido sólido puede ser el portador de una política clara.
De manera que yo veo en esas políticas de Lucho - Guantanamera o el Partido de la calle- una gran ambigüedad, porque un partido de la calle significa con todos los ciudadanos, y eso suena muy bien, pero resulta que uno habla en la calle con ciudadanos que son fuertemente uribistas, fuertemente antiuribistas y con opiniones contradictorias no se puede construir un partido.
¿No cree que es contradictorio que el alcalde de la “Bogotá sin indiferencia” esté tratando de polarizar el Polo?
Yo lo que creo es que él tiene una aspiración clara, que ahora la está revelando de una manera más evidente. Aspira a ser candidato a la presidencia, y desde luego a ser presidente, y esa es una aspiración legitima. Lo que piensa uno es cuán correcta es la vía que está eligiendo y de qué manera esa decisión suya puede contribuir a la consolidación del Polo o más bien a la debilitación del Polo. Desde ese punto de vista su actitud puede ser un poco riesgosa.
Con respecto a los reclamos del Alcalde, ¿Realmente se mantuvo al margen de la alcaldía de Garzón?
Lo que pasa es que yo soy pésimo lagarto y en general cuando se busca un gobernante del partido se le busca para pedirle favores o para pedirle que a algunas personas amigas se les ayude de alguna manera, y yo soy alérgico a ese tipo de política.
Cuando fue del caso hacerle reconocimiento a Lucho por decisiones acertadas, lo hice, pero cuando me dicen, usted no fue a aconsejarle… No, yo creo que un gobernante no necesita tutela, no se le puede tratar como a un incapaz. Cuando él necesite alguna ayuda específica o de ver más claro un punto, es él quien debe apelar a las personas que considere más indicadas para esa actividad, y no estar uno prestándose a sugerirle decisiones que entorpecen con una acción administrativa.
Pero como miembros de un mismo partido, ¿cómo fue el acompañamiento del Polo?
Yo creo que una de las dificultades que percibimos en la alcaldía de Lucho, fue la falta de claridad las relaciones entre el gobernante y el partido, porque muchas veces se pedía apoyo para decisiones que él había tomado, pero decisiones de las que le partido no estaba enterado, que no habían sido discutidas previamente con la bancada, ni habían sido puestas en conocimiento de las autoridades del partido, y por supuesto era un azar que el partido estuviera de acuerdo o no y por tanto si no se consultaba la bancada, ni a las instancias pertinentes del partido esperar un apoyo incondicional no era muy sensato.
¿Es usted el abanderado de la revolución, como plantea Lucho?
A mi me sorprende que lucho diga que él es el abanderado de la reforma y yo dizque soy el abanderado de la revolución, cuando justamente yo durante toda la campaña dije que nuestro proyecto inmediato era cumplir las promesas incumplidas de la constitución, especialmente la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales, es absurdo pensar que pedir la vigencia de una Constitución sea una actitud revolucionaria.
Clamar por que la constitución se cumpla es un clamor institucional, si él dice que esto es revolucionario y que él en cambio es reformista, uno piensa, entonces cuáles serán sus reformas. Tienen que ser bastante superficiales cuando la puesta en marcha de la constitución parece revolucionaria.
Doctor Gaviria, últimamente se ha hablado de diferentes tendencias y vertientes en el polo, ¿puede hacernos claridad sobre cómo está constituido el Polo Democrático Alternativo?
En el Polo hay varios sectores y varios partidos (movimientos y distintos partidos con identidad propia), pero las tendencias abarcan más que los partidos mismos y yo podría decir que lo que hay es una tendencia mucho más definida de izquierda y una tendencia que se llama de centro izquierda pero que tiene unas ciertas aproximaciones al gobierno, unas ciertas aproximaciones al establecimiento.
Creo que las tendencias ideológicas se podrían resumir en esas dos y me parece que en épocas electorales esas tendencias se intensifican, en la medida en que cada uno tiene sus propias estrategias, aspiraciones y elige la vía que más beneficio electoral pueda reportar.
¿Y en esa izquierda más definida hay tendencias?
Podemos señalar como tendencias de izquierda tanto al Partido Comunista como al Moir, pero estos dos tienen diferencias sustanciales, yo creo que el reto del Polo precisamente consiste en que sin tratar de disolver esas tendencias se encuentren instrumentos aptos para tramitar esas discusiones y poner en primer plano el propósito unitario.
Según analistas, algunos de esos sectores de izquierda como el Partido comunista o el Moir se han fortalecido en regiones donde estaban casi desaparecidos, como en el Meta o Arauca, a la sombra del Polo…
Es posible que eso este ocurriendo. No tengo manera de verificarlo, pero a me parece que ese fenómeno, antes de ser preocupante, es positivo, porque dentro del partido comunista ha habido un debate grande por la combinación de las formas de lucha y creo que la línea que viene triunfando es la que le juega a la política. Mientras más gente sea seducida por la política tanto mejor. Los buenos resultados electorales de un partido como el comunista pueden llevarnos a la conclusión de que la vía para establecer en Colombia una sociedad mejor es la vía democrática.
Después de las pasadas elecciones ¿cómo quedó el mapa electoral del Polo?
Yo creo que en este momento el Polo, a pesar de que las apariencias pudieran indicar otra cosa, salió muy reforzado porque nosotros aspirábamos sobre todo a multiplicar nuestra representación en los Concejos y en las Juntas administradoras locales, acorde al propósito de construir democracia desde la base.
Hay que tomar en cuenta que esas elecciones regionales son la prueba más difícil de superar para el Polo. En estos comicios es cuando más se ven los vicios de la política tradicional de una manera mucho más intensa y más profunda: el voto comprado y vendido, el voto amarrado, el clientelismo, incluso el voto exigido por la fuerza. Nosotros contábamos de antemano con que esas elecciones no iban a ser tan exitosas pero dentro de esa perspectiva a mi me parece que el resultado del Polo es muy bueno.
¿Es cierto lo del Polo revolucionario y el Polo progresista?
Yo creo que eso es más bien un pretexto porque hablan de un Polo revolucionario por tener la presencia del Partido Comunista y el Moir, pero resulta que esas colectividades prácticamente han suscrito un pacto, dentro de lo que llamamos el ideario de unidad y por tanto sus propósitos estrictamente revolucionarios han quedado en un plano secundario frente al propósito unitario que está suscrito al ideario de unidad del Polo.
Usted dejó muy clara su posición de no aspirar a la presidencia, ¿Quiénes podrían ser los candidatos del Polo?
Yo no mentaría personas por que el hecho de citar nombres puede ser interpretado como la manifestación de una preferencia y yo como presidente creo que debo mantener una cierta distancia aunque vea algunos candidatos mejores que otros. Pero creo que en el Polo hay una nómina de candidatos muy brillantes, basta con mirar la bancada en el congreso, que siendo minoritaria, es tal vez la más sobresaliente que hay en el congreso, y de allí se podría extraer una lista bastante importante de posibles candidatos.
Cambiando de tema, ¿Qué opinión le merece el presidente Chávez?
Yo pienso que Chávez tiene el propósito de afirmarse como líder en la región pero me parece que lo hace de una manera demasiado protagónica y dando la impresión de tener una vocación no de un gobernante demócrata sino más de un gobernante al estilo de los caudillos tradicionales, con eso yo no lo desconceptúo, digo lo que no me gusta de él. Pero me parece que es muy importante la decisión que ha tomado Chávez en Venezuela y es que dentro de ese país tan rico el poder se ejercite fundamentalmente en beneficio de los sectores más necesitados, de modo que me gusta la decisión de en qué sentido debe ejercitarse y hacia a donde se debe dirigir la acción del gobierno, pero le veo muchas similitudes, en su vocación autoritaria y en su deseo de permanecer en el poder, con Uribe, y eso no me gusta.
¿Y la decisión de Chávez de romper los vínculos comerciales con Colombia?
Pienso que esa es una decisión insensata, porque las relaciones internacionales, deben ser relaciones institucionales y que no dependan del estado de ánimo o de las reacciones emocionales de un gobernante, en eso se me parece también mucho a Uribe.
¿Cómo ve el futuro del acuerdo humanitario?
Yo creo que el gran obstáculo para el acuerdo humanitario, son las partes implicadas en el acuerdo humanitario, es decir que tanto las Farc como el gobierno tienen puntos inamovibles y mientras esos inamovibles no se desechen, el acuerdo va a ser imposible.
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